miércoles, 12 de agosto de 2015

La conquista del desierto



Uno de los temas más controvertidos de la historia argentina es la conformación del estado nacional argentino. La próspera economía de fines del siglo XIX implicó la conquista de los territorios de la Patagonia, que estaban ocupados por poblaciones que fueron convertidas en víctimas del proceso de modernización del país.

A las campañas militares que ocuparon el territorio del sur de la provincia de Buenos Aires y de las provincias patagónicas se las conocía en el siglo XIX como "conquista del desierto". Se les daba ese nombre porque el desierto en esa época era sinónimo de ausencia. Se lo entendía así tanto en relación con la ausencia de población como con la ausencia de civilización.

Entre 1833 y 1834, al concluir su primera gobernación en la Provincia de Buenos Aires, el general Juan Manuel de Rosas emprendió una exitosa campaña contra las tribus indígenas conocida como Campaña de Rosas al Desierto. Según un informe que Rosas presentó al gobierno de Buenos Aires a poco de comenzar su conquista, el saldo fue de 3200 indios muertos, 1200 prisioneros y se rescataron 1000 cautivos (blancos). La situación en la frontera tuvo una precaria paz.

El enfrentamiento entre la Confederación Argentina y la Provincia de Buenos Aires debilitó en sumo grado la seguridad de las fronteras interiores con los pueblos indígenas que habitaban en el sur -araucanos y grupos pehuelches araucanizados-, quienes debido al beneficio que les reportaba la disminución de las fuerzas en la frontera recrudecieron los malones contra los blancos, casi de forma permanente, aprovechando la situación interna embanderándose tanto a favor de la Confederación -por ejemplo ranqueles y Juan Calfucurá-, y otros a favor de Buenos Aires -el caso de Cipriano Catriel-.

En la segunda mitad del siglo XIX, tanto la Argentina como Chile alcanzaron un nivel adecuado de orden interno para plantearse como objetivo el de ejercer plena soberanía sobre la totalidad de sus territorios heredados de España. Así mientras en Argentina se realizaría la Conquista del Desierto, en Chile se llevaría a cabo un proceso similar denominado Pacificación de la Araucanía.


Etapa Aborigen y Etapa Colonial

              Etapa Colonial

 En la época de Colón, Castilla tenía varios consejos  o cuerpos de asesores que se encargaban de asuntos determinados como los ministerios modernos. El emperador Carlos V estableció en 1524 el Consejo de Indias. Los miembros de este consejo eran miembros de la aristocracia. El Consejo de Indias acumulaba información relativa al Nuevo Mundo, decidía pleitos y quejas y evaluaba los hechos y logros de los gobernantes americanos.   
Después de la Conquista el territorio americano se extendió para incluir los pueblos y ayuntamientos establecidos por los adelantados --gobernadores militares designados oficialmente por la Corona. A base de estos centros de población se crearon los virreinatos (en inglés, "viceroyalties") en la primera mitad del siglo XVI: 
·         Nueva España (1535) -- México, Centroamérica, las Antillas, sur de EU
Un siglo más tarde, se crearon dos virreinatos más en Suramérica:
·         Nueva Granada (1739) - Colombia, Ecuador, Venezuela, Panamá
·         Río de la Plata (1776) - Argentina, Uruguay, Paraguay, Bolivia
Para ver un mapa de los virreinatos, pulsa aquí.    
Los virreinatos constituían una base para gobernar el territorio español. El poder jurídico quedaba en manos de las Audiencias, cuerpos judiciales encabezados por oidores instruídos, conocedores de la jurisprudencia. En contraste con el sistema norteamericano que divide el gobierno en tres unidades -- ejecutiva, legislativa y jurídica-- el sistema iberoamericano se caracterizaba por la fusión de autoridades. Las Audiencias eran presididas por el virrey.  


La jerarquía social
Los españoles
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Los criollos
(hijos de españoles pero nacidos en el Nuevo Mundo)

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Los mestizos
 (hijos de padres de distinta raza -- europea, indígena, negra o asiática; los de piel clara tenían más posibilidades de ascender en la sociedad)
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Los esclavos 
Los  indios

                                                              El Mestizaje

   La mezcla fue facilitada por la circunstancia de que la sociedad española también estaba compuesta de cepas muy diversas y por las características físicas de las razas enfrentadas.  Los rasgos de los aborígenes no resultaban chocantes, en general, a los ojos de los españoles; el color de su piel no se diferenciaba mucho del cutis aceitunado de los habitantes del sur de la península, y tampoco diferían en estatura, más bien baja en la mayor parte del nuevo continente.  Los españoles no encontraron en América seres humanos tan distintos y exóticos como los que verían en África, China o el archipiélago malayo. Más tarde, cuando los indios de   las regiones más hispanizadas fueron asimilándose a los modos de vida de los blancos y adoptaron su indumentaria o copiaron su aspecto personal, muchos pudieron pasar por españoles.  Más aun: algunas etnias como los mayas o los guaraní tenían facciones que podían llegar a ser muy hermosas, y así lo reconocieron los cronistas.  Fue natural, entonces, la aproximación de los españoles (casi siempre solteros, casi siempre jóvenes) con las mujeres aborígenes, y esto ocurrió desde el comienzo. 

                                                Los esclavos
 La existencia en España de una antigua legislación esclavista en las leyes de las "Siete Partidas" ofreció la base jurídica para que  la Corona se reservara la exclusividad en el tráfico de negros y justificara luego la concesión a particulares, bajo ciertas condiciones, de la explotación de ese verdadero "estanco real". Equiparados a la sal, los naipes o el tabaco, los negros fueron un  negocio del rey, y únicamente recordándolo bajo este aspecto se comprenderá el funcionamiento de los "asientos" y se explicará la  existencia de ciertas leyes, licencias y prohibiciones.   
Algo más de tres millones de esclavos en un período de284 años [desde 1503 hasta 1787], sobre un total general para toda América que seguramente sobrepasa los veinte millones, demuestra que menos del 16% de los africanos "rescatados por la trata" tuvieron entrada en las colonias españolas, mientra el 84% restante debió dividirse en un 34% para Brasil y un 50% para las colonias sajonas, holandesas y francesas. Teniendo en cuenta esta apreciable diferencia de porcentajes y, además, que en la América española el negro tuvo una dispersión geográfica notariamente mayor que en el resto del continente, podemos concluir con certeza que la asimilación o integración del negro en las colonias de España no obedeció solamente a la lenidad partriarcal de las Leyes de Indias y a la existencia anterior de la legislación de las "Siete Partidas", sino también y muy especialmente a otros factores de índole comercial y geográfica y a la política que se practicó.
                                           Las Riquezas De La Tierra
La epopeya de los españoles y los portugueses en América combinó la propagación de la fé cristiana con la usurpación y el saqueo de las riquezas nativas. El poder europeo se extendía para abrazar el mundo.  Las tierras vírgenes, densas de selvas y de peligros, encendían la codicia de los capitanes, los hidalgos caballeros y los soldados en harapos lanzados a la conquista de los espectaculares botines de guerra: creían en la gloria, «el sol de los muertos», y en la audacia. 
Había sí, oro y plata en grandes cantidades, acumulados en la meseta de México y en el altiplano andino.  Hernán Cortés reveló para España, en 1519, la fabulosa magnitud del tesoro azteca de Moctezuma, y quince años después llegó a Sevilla el gigantesco rescate, un aposento lleno de oro y dos de plata, que Francisco Pizarro hizo pagar al inca Atahualpa antes de estrangularlo. Años antes, con el oro arrancado de las Antillas había pagado la Corona los servicios de los marinos que habían acompañado a Colón en su primer viaje.  Finalmente, la población de las islas del Caribe dejó de pagar tributos, porque desapareció...
La búsqueda del oro y de la plata fue, sin duda, el motor central de la conquista.  Pero en su segundo viaje, Cristóbal Colón trajo las primeras raíces de caña de azúcar cultivado en estas tierras.  Se alzaron los cañaverales en el litoral húmedo y caliente del nordeste de Brasil y, posteriormente, también las islas del Caribe                    
                                      Etapa Aborigen
El territorio que en la actualidad pertenece a la Argentina fue poblado hace unos 12.000 años. Allí se desarrollaron grupos aborígenes que ocuparon, organizaron y transformaron el espacio. Tenían diversas formas de asentamiento y organización social, y en todos los casos, un vínculo indispensable con los recursos naturales que ofrecía el territorio.
Los Diaguitas habitaron en la actual región de Noroeste de nuestro país y utilizaron técnicas adecuadas para cultivar en esa región con rasgos de aridez. Esto motivo su sedentarización y por lo tanto una mayor concentración poblacional. Otros grupos, como los Guaraníes, los Tobas, los Pampas, los Tehuelches, y los Selk´nam, no lograron el desarrollo de técnicas tan apropiadas como los Diaguitas y, debido a esto, no pudieron nuclearse en poblaciones de gran densidad.
Se calcula que el número total de población aborigen en lo que actualmente  es el territorio argentino oscilaba entre 300mil y 900mil  personas.
Cuando se inició la conquista y la colonización española –a partir del siglo XVI-, se produjo un impacto cultural avasallador, que sometió y modifico las culturas de los primeros habitantes del territorio.

  
               Etapa Aborigen                                                                                       Etapa Colonial 
                                                                           
                                                                        
                                                               
                                                        

                                   
PRESENTACIÓN GEOGRÁFICA DE LA REPÚBLICA ARGENTINA
La república argentina se encuentra  en el hemisferio sur y hemisferio  occidental
se caracteriza por poseer un territorio extenso, que lo convierte en el 8vo país más grande del mundo y el 4to de América.
Límites:
- Norte: limita con el Estado Plurinacional de Bolivia y la República del Paraguay.
- Sur: limita con la República de Chile y el Océano Atlántico Sur.
- Este: limita con la República Federativa del Brasil, República Oriental del Uruguay y el Océano Atlántico Sur.
- Oeste: limita con la República de Chile.

Cuenta con una superficie continental de 2,8 millones de km2 y con 966 mil km2 en el continente antártico.
La superficie continental se extiende 3.694 kilómetros de norte a sur y 1.423 kilómetros de este a oeste
Tiene acceso al Océano Atlántico Sur




Está dividida en 23 provincias y una ciudad autónoma
Según el último censo de población 2010  posee una población de 40 millones de personas